El amable carnicero con el que tratas regularmente, padre de
familia, lector de cómics, de vida sosegada, se ve sacudido por la infidelidad
de su mujer. A partir de ese momento comenzará a tramar una venganza.
Rabaté, que ya contó una tierna historia de gente cotidiana
y normal en la ancianidad, vuelve con un guión cuyos protagonistas son gente
normal de clase media.
Una historia de cuernos no es nada original y aparentemente
tiene poco recorrido. Sin embargo, Rabaté consigue hacer un libro interesante,
sorprendente, con un punto de suspense en sus páginas centrales realmente
curioso y un desenlace que lo acerca a los quiebros de los cortometrajes de
Hitchcock.
El dibujo es de Simon Hureau, quien da un tono perfecto al
guión de Rabaté. Es de trazo cálido y simple, lo cual contribuye a crear un
protagonista amable y una atmósfera familiar y cotidiana.
Este cómic da mucho más de lo que a primera vista podría parece. Está por ver si te vas a acercar a tu carnicero tanto y del mismo modo que lo hacías antes de leer este cómic.