Este cómic manga es el relato autobiográfico del autor, Keiji Nakazawa, natural de Hiroshima y víctima de la bomba atómica que
en agosto de 1945 fue lanzada por los Estados Unidos sobre esta ciudad y mató a
parte de su familia. Hay que comenzar diciendo que es un relato realmente duro.
El protagonista es Gen Nakaoka, un niño de unos 7 años,
que vive con su familia en Hiroshima. La acción comienza en los días anteriores
al lanzamiento de la bomba, con lo que se describe el ambiente belicista y
patriotero de Japón en ese momento. En este ambiente contrasta notablemente el
antibelicismo del padre de Gen, cuyas ideas afectan a toda la familia y
provocan el rechazo de los vecinos.
Este manga hace un retrato profundo de la sociedad japonesa
de ese momento, además de hacer la crónica de la destrucción física y moral de
Japón al término de la guerra.
El recurso que utiliza es explicar la
situación concreta de una persona cercana a Gen, el protagonista, para
extrapolar su caso y así retratar la realidad del Japón en guerra. Y es una
realidad terrible, relatada no sin autocrítica y presentando los aspectos más negativos
del régimen militarista que gobernaba Japón.
Así, aparece la escuela, donde no se enseña, sino
que se adoctrina a los escolares en la fe ciega en el emperador y en la
invencibilidad del imperio japonés; en un vecino coreano se refleja el racismo
anticoreano incluso habiendo sufrido las mismas calamidades que los propios japoneses;
el ejército se empecina en morir matando y obliga a jovencísimos muchachos a
morir como kamikazes.
El enfrentamiento entre la generación que dirige el
destino del país y la gente joven que se sacrifica por él; el reclutamiento
forzoso de adolescentes de entre 15 y 17 años o la corrupción y la represión
policiales que hacen la vida imposible a sus compatriotas ocupan un lugar
destacado en la obra.
Sorprende el trato vejatorio que recibieron las
víctimas de la radiación por parte de las autoridades y de los japoneses de a
pie: es, sencillamente, espeluznante.
Las víctimas sufrieron doblemente: en
primer lugar, padecieron las consecuencias directas de la bomba, con decenas
miles de muertos y heridos y la destrucción del 90% de los edificios de la
ciudad; y en segundo lugar, la marginación a la que fueron sometidos, su
condición de parias, la imposibilidad de encontrar trabajo o alimentos, de
recibir la solidaridad del resto de japoneses, incluso de sus propias familias.
Este cómic aporta al lector una visión del mundo
oriental en general y de Japón en particular, a la que no estamos acostumbrados:
cuando piensas que no puede haber nada peor que sufrir en primera persona el
bombardeo y perder a la mayoría de tu familia, no esperas encontrarte, además,
con la hipocresía y la ruindad de buena parte de la sociedad.
Esta edición hace posible que podamos leer esta gran
obra en español por primera vez en muchos años.
Aquí hay una interesante entrevista con el genial mangaka.
Guión y dibujo: Keiji Nakazawa
Año: 2015
Editorial: DeBolsillo